Autora: Elena Medel
Precio: 8€
Editorial: DVD Ediciones
Páginas: 77
ISBN: 978-84-96238-50-3
Sinopsis: ¿Cómo superar la muerte de alguien cercano? Lejos del canto a lo perdido, Tara aborda el dolor desde la mirada de quienes permanecen, desbrozando recuerdos y sensaciones con actitud casi quirúrgica. Cargado de símbolos, poliédrico en cuanto a lenguaje e interpretaciones, este poemario transita entre lo profano y lo sagrado; unas veces es místico, visionario y otras pleno de cotidianidad. Todo eso significa Tara: imperfección, ruptura, vida.
Dijiste dos días antes: cuando mejore, iré a la peluquería a
arreglar este desastre.
El cristal mostraba lo contrario: en tu pelo antes gris,
revuelto, brillarán los bucles durante cuarenta días y
cuarenta noches.
Nunca vulnerable, nunca muerta: tan hermosa como la
última vez que nos vimos.
(Dios, entonces, posó sus manos sobre mis hombros
y me sentí sola)
Opinión personal: A partir de la muerte de su abuela, Elena Medel nos monta en un coche a través de palabras y metáforas para visitar esas siete vidas que nos narra en este libro, donde la muerte es una constante presencia en cada una de ellas. Podemos decirr que necesitamos siete vidas para superar la muerte de un ser querido y, que al igual que Elena Medel nos muestra en este libro, durante todo ese tiempo nos estaremos acordando de él (o ella). Nacemos para llorar la muerte de otros.
Ahora que has muerto, más allá de la puerta cerrada demi cuarto, mientras las hermanas viejas corren arefugiarse bajo los soportales,alguien que no soy yo, pero se me parece, escribe en unacabina telefónica con rotulador negro permanente:Dios, ven aquí,atrévete a volver a hacerlo,ahorasoy más grande que tú.
Pero, ¿qué es exactamente Tara? Como bien pone en el libro: La RAE define tara como el peso sin calibrar, como un defecto, e incluso como una víbora venenosa. Tara es, además, la tierra en la que Scarlett O'Hara amó y padeció, y el mayor paraíso natural de Serbia, y el título de un poema de Emma Couceiro, y una divinidad budista y -sobre todo- la antigua diosa de la fecundidad en Gran Canaria... pero este poemario significa mucho más que eso. Sirve para abrirte los ojos (y derramarte más de una lágrima). Tara es, como dije antes, un viaje. Un viaje sobre la pérdida, la infancia, las costumbres, los orígenes. Es un viaje hacia lo sensible de cada uno.
Con apenas un año de vida, mi hija se asoma al balcón: sus
pulmones son una pecera.
Dentro del plástico le flota una piraña; bajo la lengua, una
brújula apunta al suelo:
el mecanismo de la vida de mi hija me vino por correo aéreo,
desmontado.
Desde un segundo piso, mi hija disfruta con las cosas
brillantes, los estribillos de dos sílabas, las alturas. ¡Está
muy mayor para su edad!
Asoma su cabeza entre las rejas del balcón: tiene su mismo
aspecto.
Se lanza frente a Él.
Contra el suelo. Tiene su mismo aspecto.
Esta sensación me salpica los zapatos: como si me atravesaran
el esternón con un cuchillo y extrajesen una porción
que se exhibiera, por los siglos de los siglos, en una
urna, sobre un cojín púrpura;
como si nos inventásemos salmos
para recitar en el colegio, entre segundo plato y postre, yendo
de paseo, al irnos a dormir, al decirnos te quiero y
abrazarnos,
para limpiarte la consciencia cuando untes en tu desayuno
tostadas con la miel de la vida de mi hija,
manual de instrucciones para amortiguar el golpe.
Igual que tú, tiemblo.
Ya no puedo llorar.
Siendo sincera, Tara es me ha llegado tan a fondo, es tan íntimo, que no puedo haceros una reseña mejor que ésta (perdonadme). Es un libro del que, cuando lo recomendáramos o lo regaláramos, no deberíamos decir de qué trata, simplemente darlo y decir algo por el estilo de Ya me contarás. Altamente recomendable.
La noche de tu muerte
Dios acribillaba a gargajos el cristal de mi ventana. La lluvia
dolía igual que duele el frío en un cuento navideño
con barrios de cartón. El viento
golpeaba las paredes, se colaba por las rendijas de la casa,
helaba los armarios, componía con sus silbidos una
nana que velase
por todas nosotras.
Escondida bajo la cama, me tapaba los oídos, negando la
presencia del viento ante la puerta de mi cuarto.
Deberás superar doce pruebas para invadir mis dominios.
No lo pondré tan fácil.
Me creía etimóloga de las condiciones atmosféricas, experta
en acepciones.
Al lado de los miedos de mis quince años, cantaban las
pelusas en un sueño de Sófocles:
abre y verás cómo el frío te espera con su rostro de miedo, para
decirte todo lo que no quieres saber. Abre y verás; porque
el frío aguarda con su rostro de miedo para leer la biografía
de tus manos.
Diluviaba más allá de la puerta cerrada de mi cuarto. El
agua invadía las sábanas, traspasaba el somier, las pelusas
desfilaban -pobres, densísimas- hacia la puerta.
Me tumbé, empapada, sobre el colchón.
Puntuación: 5/5 escondites.
Quisiera tenerlo, voy a apuntarlo en mi lista :)
ResponderEliminarMe alegro asdfgfdsadfagfsda *------*
EliminarBesos (/º3º)/
No conocía este libro realmente. No suelo leer libros de esta temática pero creo que si se me presenta la oportunidad, lo leeré. Me alegro muchísimo que lo hayas disfrutado. Tu manera de reseñar es muy buena también, seguí así!
ResponderEliminarSaludos! Te aviso que te estoy siguiendo, tu blog es muy lindo. Te invito a que te pases por el mío y hagas lo mismo :D
¡Hola! Gracias ^^
EliminarLa verdad es que Blogger me está dando últimamente problemas para seguir a la gente, así que voy a apuntar tu blog en una libreta y cuando se solucione te sigo, vale? :D
Besos (/º3º)/
Hola se oye bien este libro lo anotare en mi lista, acabo de conocer tu blog y me gusta mucho espero que tú puedas pasarte por el mío: http://unlibrero.blogspot.mx/ besitos y ¡felicidades por 116 seguidores!
ResponderEliminarHola!! Me encanta el nombre de tu blog y las figuritas que tienes para las puntuaciones hahaha ya te sigo(:
ResponderEliminarMi blog: cutevintagediary.blogspot.com