sábado, 24 de enero de 2015

Iniciativa 1000 grullas de papel

¡Hola!
Hoy me gustaría hablaros de una iniciativa que se me ha ocurrido con motivo de la proximidad del día de la paz y de la no violencia (30 de enero), y se trata de hacer mil grullas de papel. ¿Qué? Sí, has leído bien: mil grullas de papel. Pero... pero.... ¿qué tiene eso que ver con la paz? Bueno, dejadme explicaros.

En Japón, las grullas de papel sí son un símbolo de paz. ¿Por qué? Todo esto empezó con la bomba atómica de Hiroshima y una niña que vivía próxima a la zona cero. Su nombre era Sadako Sasaki y ella, junto con su familia, fueron de las pocas personas de salir inexplicablemente ilesas después del impacto de la bomba en 1945. A medida que Sadako iba creciendo, se hizo una chica muy enérgica y atlética que soñaba con llegar a ser profesora de Educación Física. En cambio, a los 11 años (1954), le diagnosticaron leucemia, que por aquel entonces era conocida como ''enfermedad de la bomba atómica''.
Sadako fue ingresada en el hospital poco después de aquello y en una visita de su mejor amiga, ésta le dijo: ''¿Recuerdas aquella historia que dice que si logras hacer 1000 grullas de papel con el arte del origami, los dioses te concederán un deseo que se hará realidad?''. A continuación le dio una grulla de papel dorada y le dijo: ''Aquí está tu primera grulla''. Y así mató las horas Sadako en el hospital, con la esperanza de poder pedirle a los dioses volver a correr de nuevo. Esta idea la compartió también con un niño del hospital, para que se animara como ella a hacerlas, pero éste se negó diciendo que sabía que su hora había llegado esa noche. Fue en ese momento cuando Sadako se dio cuenta que no sería justo pedir la curación sólo para ella, así que decidió que cuando el momento llegara, pediría la paz y la curación de todas las víctimas del mundo. Tras catorce meses en el hospital, Sadako consiguió terminar 644 grullas de papel. Y murió.
Sus amigos, impactados por su muerte, decidieron terminar esas 1000 grullas, pero no fueron los únicos con esa misma idea. La historia de Sadako tuvo tal impacto social que niños de todo Japón se pusieron manos a la obra.
Sadako fue enterrada junto con sus 644 grullas, pero su tumba fue decorada con más de diez mil grullas de papel. También, Sadako tiene un monumento de ella sosteniendo una grulla de origami en el Parque de la Paz de Hiroshima, bajo el lema "Este es nuestro grito, esta es nuestra plegaria: paz en el mundo".
Así pues, propongo hacer 1000 grullas de papel cada uno (o las que podamos), no para el día de la paz (porque, obviamente, no daría tiempo) sino a lo largo del año. No hace falta que sea para pedir la paz, puedes pedir lo que quieras (como si quieres pedir un cachorrito por tu cumpleaños) después de todo son tus grullas y tu deseo.

Entonces podríamos dejar como unas reglas o bases así:
1-No hace falta seguir este blog (aunque si queréis no os voy a echar, eh), es una iniciativa, sí, pero son tus grullas, tu deseo, yo ahí no intervengo.
2-Intentar completar las 1000 grullas de origami antes de que el año acabe.
3-Llevarse el banner (en caso de que tengas blog) que hay al principio de la entrada colocado.
4-Decir si te apuntas o no. En caso afirmativo, déjame enlace a tu blog y tu nombre o nick para apuntarlo en una lista que dejaré en esta entrada con los interesados.
5-Hacer una entrada promocionando la iniciativa (opcional) para que más gente se entere. O también lo puedes decir por Twitter enlazándolo a esta entrada (lo agradecería muchísimo).
6-Cuando hayáis acabado las grullas, o sobre la marcha (aunque siempre sabiendo cuántas llevas), id dejando por vuestra ciudad, un parque, vuestro pueblo, donde sea, dársela a un niño... vuestras grullas. Repartid vuestros deseos, vuestras buenas intenciones. A más de uno le gustará la grulla y se la llevará a casa.
7-Divertirse, es obligatorio.

Y ya está, eso es todo. Yo ya tengo mi primera grulla y os voy a dejar aquí abajo un tutorial para saber cómo se hacen ^~^
Espero que os apuntéis a esta iniciativa, pero sobre todo que disfrutéis mucho haciendo las grullas.
¡Ojalá lleguemos a las 1000!
Besos (/º3º)/

domingo, 18 de enero de 2015

Reseña ''Tara'' de Elena Medel

Título: Tara
Autora: Elena Medel
Precio: 8€
Editorial: DVD Ediciones
Páginas: 77
ISBN: 978-84-96238-50-3
Sinopsis: ¿Cómo superar la muerte de alguien cercano? Lejos del canto a lo perdido, Tara aborda el dolor desde la mirada de quienes permanecen, desbrozando recuerdos y sensaciones con actitud casi quirúrgica. Cargado de símbolos, poliédrico en cuanto a lenguaje e interpretaciones, este poemario transita entre lo profano y lo sagrado; unas veces es místico, visionario y otras pleno de cotidianidad. Todo eso significa Tara: imperfección, ruptura, vida.
Dijiste dos días antes: cuando mejore, iré a la peluquería a
      arreglar este desastre.
El cristal mostraba lo contrario: en tu pelo antes gris,
      revuelto, brillarán los bucles durante cuarenta días y
      cuarenta noches.
Nunca vulnerable, nunca muerta: tan hermosa como la
      última vez que nos vimos.

(Dios, entonces, posó sus manos sobre mis hombros
y me sentí sola)
Opinión personal: A partir de la muerte de su abuela, Elena Medel nos monta en un coche a través de palabras y metáforas para visitar esas siete vidas que nos narra en este libro, donde la muerte es una constante presencia en cada una de ellas. Podemos decirr que necesitamos siete vidas para superar la muerte de un ser querido y, que al igual que Elena Medel nos muestra en este libro, durante todo ese tiempo nos estaremos acordando de él (o ella). Nacemos para llorar la muerte de otros.
Ahora que has muerto, más allá de la puerta cerrada de
    mi cuarto, mientras las hermanas viejas corren a
    refugiarse bajo los soportales,
alguien que no soy yo, pero se me parece, escribe en una
    cabina telefónica con rotulador negro permanente:
Dios, ven aquí,
atrévete a volver a hacerlo,
ahora
soy más grande que tú.
Pero, ¿qué es exactamente Tara? Como bien pone en el libro: La RAE define tara como el peso sin calibrar, como un defecto, e incluso como una víbora venenosa. Tara es, además, la tierra en la que Scarlett O'Hara amó y padeció, y el mayor paraíso natural de Serbia, y el título de un poema de Emma Couceiro, y una divinidad budista y -sobre todo- la antigua diosa de la fecundidad en Gran Canaria... pero este poemario significa mucho más que eso. Sirve para abrirte los ojos (y derramarte más de una lágrima). Tara es, como dije antes, un viaje. Un viaje sobre la pérdida, la infancia, las costumbres, los orígenes. Es un viaje hacia lo sensible de cada uno.
Con apenas un año de vida, mi hija se asoma al balcón: sus
    pulmones son una pecera.
Dentro del plástico le flota una piraña; bajo la lengua, una
    brújula apunta al suelo:
el mecanismo de la vida de mi hija me vino por correo aéreo,
    desmontado.
Desde un segundo piso, mi hija disfruta con las cosas
    brillantes, los estribillos de dos sílabas, las alturas. ¡Está
    muy mayor para su edad!
Asoma su cabeza entre las rejas del balcón: tiene su mismo
    aspecto.
                                                        Se lanza frente a Él.
Contra el suelo.                          Tiene su mismo aspecto.
Esta sensación me salpica los zapatos: como si me atravesaran
    el esternón con un cuchillo y extrajesen una porción
    que se exhibiera, por los siglos de los siglos, en una
    urna, sobre un cojín púrpura;
como si nos inventásemos salmos
para recitar en el colegio, entre segundo plato y postre, yendo
    de paseo, al irnos a dormir, al decirnos te quiero y
    abrazarnos,
para limpiarte la consciencia cuando untes en tu desayuno
    tostadas con la miel de la vida de mi hija,
manual de instrucciones para amortiguar el golpe.
    Igual que tú, tiemblo.

    Ya no puedo llorar.
Siendo sincera, Tara es me ha llegado tan a fondo, es tan íntimo, que no puedo haceros una reseña mejor que ésta (perdonadme). Es un libro del que, cuando lo recomendáramos o lo regaláramos, no deberíamos decir de qué trata, simplemente darlo y decir algo por el estilo de Ya me contarás. Altamente recomendable.
La noche de tu muerte
Dios acribillaba a gargajos el cristal de mi ventana. La lluvia
     dolía igual que duele el frío en un cuento navideño
     con barrios de cartón. El viento
golpeaba las paredes, se colaba por las rendijas de la casa,
     helaba los armarios, componía con sus silbidos una
     nana que velase
por todas nosotras.
Escondida bajo la cama, me tapaba los oídos, negando la
     presencia del viento ante la puerta de mi cuarto.
Deberás superar doce pruebas para invadir mis dominios.
     No lo pondré tan fácil.
Me creía etimóloga de las condiciones atmosféricas, experta
     en acepciones.
Al lado de los miedos de mis quince años, cantaban las
     pelusas en un sueño de Sófocles:
     abre y verás cómo el frío te espera con su rostro de miedo, para
     decirte todo lo que no quieres saber. Abre y verás; porque
     el frío aguarda con su rostro de miedo para leer la biografía
     de tus manos.
Diluviaba más allá de la puerta cerrada de mi cuarto. El
     agua invadía las sábanas, traspasaba el somier, las pelusas
     desfilaban -pobres, densísimas- hacia la puerta.

Me tumbé, empapada, sobre el colchón.

Puntuación: 5/5 escondites.

lunes, 5 de enero de 2015

Reseña ''Rasguños en la puerta'' de Melisa S. Ramonda

Título: Rasguños en la puerta
Autora: Melisa S. Ramonda
Precio: Entre 19'88€12'79€ o 1'99€ (versión Kindle).
Editorial: Dark Unicorn Ediciones
Páginas: 642
ISBN: 9781484092132
Sinopsis: Después de un accidente en el que pierde a su marido y a su bebé por nacer, la joven periodista Johanna Miller se retira a un sitio apartado de Wyoming, buscando la paz que le falta a su mente. Una noche fría en su solitario aislamiento, Johanna oye unos extraños rasguños en la puerta de su casa. Es un pequeño niño-lobo, sucio y helado de frío, quien con sus lágrimas la convence de ir al bosque, a buscar a su padre malherido y su hermanita bebé. Aún en su estupefacción, ella toma una importantísima decisión: ayudar.
Nikolai, una vez el hijo de un famoso millonario ruso, tiene pocas alternativas. En lugar de terminar con su vida y la de su familia, Johanna decidió darles asilo y comida. ¿ pero puede confiar en ella? Sus hijos necesitan refugio, cuidados. Él necesita un lugar donde esconderse y curar sus heridas. Es un hombre-lobo, y toda su casta, aunque es pequeña y muy joven,  se encuentra en riesgo. Sus enemigos no son ordinarios. Tampoco se detendrán hasta destruir todo lo relacionado con él.
Podría jurar que cerré los ojos en medio de un respingo cuando lo escuché, pero no sé si grité o no. Espero no haberlo hecho.
-...yo...perdóneme, es sólo que...-balbuceé.
-Lo entiendo, no hace falta que me explique nada. Pero tiene que creerme cuando le digo que no voy a hacerle ningún daño -insistió, y volví a cerrar los ojos mientras lo escuchaba. Era una voz muy dominante, firme, que de inmediato caló profundo en mis emociones-. Salvó la vida de mis hijos y la mía, cuando pudo haberme destrozado la cabeza con una pala, aprovechando que yo estaba desmayado. Pudo habernos matado a los tres, era su opción. Y optó por ayudarnos. Yo respeto eso. 
Opinión personal: Johanna Miller, también conocida como Han, vive apartada un poco de todo y de todos tras perder al amor de su vida y a su hijo aún por nacer en un accidente de tráfico. Y cuál es su sorpresa al encontrarse a un pequeño niño-lobo en la puerta de su casa, pidiendo ayuda. Increíblemente, le acompaña a donde su padre y su pequeña hermana se encuentran y los acoge en su propia casa. ¿Lo peor? El hombre está herido, ¿quién los puede estar buscando? ¿Estarán en peligro? Y, desde luego, si lo están ellos, Johanna también.
En el momento en que nos vayamos, estarás muerta.
Llevo un tiempo queriendo hincarle el diente a este libro y mira por donde es el primero que leo y reseño este 2015.
Su portada me parece preciosa, la sinopsis me llamó a leerlo desde el principio y,la verdad sea dicha, me encanta el título del libro. No sé por qué, pero creo que si lo pienso bien puedo hacer un poema con ese título si me lo propongo xD
Al principio del libro la autora nos declara el porqué de haberlo escrito, cosa que me parece gratamente curioso: Esto es un humilde tributo a todas las novelas de hombres-lobo que no eran precisamente lo que quería leer cuando buscaba algo del género. Sepan disculpar. A eso hay que añadirle, que como ella bien comenta después, es una novela cuyo centro de acción es una situación de riesgo, a vida o muerte, de las que no se está a salvo cuando el ''malo'' ha muerto. Predomina la acción y la información sobre los hombres-lobo.
La extensión del libro, como habréis visto, es muy larga pero aún así muy amena sobre todo en las partes de acción, es una lectura rápidaLa única pega que le pondría (y que se me hacía interminable cuando sucedía) era a la hora de leer las indecisiones o pequeñas depresiones que tiene la protagonista del libro. Era insufrible. La personalidad de Johanna, en cambio, no podemos decir que sea mala del todo. Después, abajo, os contaré un poco más sobre cómo es ella.
 Por contraposición, Nikolai, el hombre-lobo, se me hacía más ameno porque no se estancaba en su desgracia (que, creedme, es gorda) sino que salía adelante, siempre adelante. Me ha gustado su personalidad.
La historia está narrada en primera persona, por Johanna. Hay, también, romance, uno que se va formando conforme la historia avanza (y no de esos enamoramientos en un día o dos que estamos acostumbrados a leer).
Es el primer libro de una saga de cinco libros en total, pero no se nos hace nada introductorio. Sus títulos son: Rasguños en la puerta (#1), Humo entre los árboles (#2), Huellas en la nieve (#3), Historias junto al fuego (#4) y Susurros en la noche (#5).
-¡No, dedushka! ¡No te puedes comer a mi mama! ¡Solo mi papa se la puede comer!
P.D.: Necesitaba poner esa frase, estuve riéndome como una posesa la primea vez. Lo dice Sasha, la pequeña bebé del hombre-lobo (Nikolai) a su dedushka, su abuelo. Está en ruso, por eso pongo esa palabra y mama y papa en cursiva, aunque no se note apenas.
Johanna: es periodista y escribe libros juveniles. Es muy curiosa y activa, aunque a veces se quede un poquito shockeada (normal, tiene hombres lobos en su casa). Irónicamente, a los hijos de Nikolai los trata estupendamente y no les tiene miedo en absoluto. Tiene los ojos grises, del color de la plata.
Nikolai: es un líder nato que esquiva, si puede, la violencia. No le gustan los ideales que tiene su familia, los hombres-lobo, dado que se consideran más manada que humanos. Escapó de su casa para estar con la madre de sus hijos (Mirko y Sasha). Es paciente.
Mirko: es uno de mis personajes favoritos, junto con su hermana. Al principio del libro ronda los siete, casi ocho, años. Es muy curioso e inteligente, pero le cuesta relacionarse con niños humanos. Le encanta estar con Johanna y cuidar de su hermana. Es capaz de transformarse a su ''otra cara'', su forma más animal, y eso es muy inusual dado que suele ocurrir a partir de los trece años. Al igual que su padre, es un líder nato.
-Somos personas, antes que bestias. Creo que aún no te das cuenta: no somos bestias que pueden volverse humanas, somos personas que tienen una herencia animal, eso es todo.
Siendo sincera, me ha encantado. No es la típica historia de hombres-lobo, de acción o de amor. Se hace muy fácil de leer y es muy un libro muy gracioso, aunque haya algunas páginas (sobre todo casi al final) que prácticamente no te cuentan nada necesario pero aún así las disfrutas. El epílogo y los últimos capítulos son un amor, la parte más romántica del libro.
Es altamente recomendable para cualquiera, sobre todo para los aficionados al género fantástico. No decepciona.
-...hay algo que he pensado desde que te conocí, y es que si la plata pudiera realmente hacerme algún daño, hubiera temido mucho de tus ojos. Tus ojos lo dicen todo, todo el tiempo. Siempre que me miras, es con una intensidad que me deja ciego, me desorienta. [...]
Os dejo un booktrailer que he encontrado, aunque no sea el original (dado que no hay). Espero que os guste tanto como a mí.
-''Instinkt nikogda ne sdayetsya, nikogda ne zabudu, nikogda ne prostyat i nikogda ne umirayet.”-dijo Nikolai, en ruso, y su voz sonó aún más hueca en el cavernoso salón, más imponente que nunca-. Significa “el instinto nunca se rinde, nunca olvida, nunca perdona y nunca muere”. Es el lema de nuestra gente. Para que no olvidemos qué y quiénes somos, ni de dónde venimos, ni hacia dónde vamos.
 

Puntuación: 4'5/5 escondites.

Me gustaría agradecer a Melisa S. Ramonda y por extensión a Dark Unicorn, por brindarme la oportunidad de leer un ejemplar. Gracias <3